martes, 25 de marzo de 2014

Estoy harto

Harto. Estoy harto. Harto de ver y oír todos los fines de semana en medios digitales y/o especializados, en redes sociales, en blogs, etc. la violencia a la que son (somos) sometidos los árbitros semana sí y semana también. Pasa todas las semanas. Y solo unas pocas trasciende a medios nacionales y, excepcionalmente, a la televisión.

Hace un par de fines de semana se armó gran revuelo por la siguiente noticia "Un árbitro de 16 años, ingresado tras la brutal agresión del padre de un jugador de prebenjamines"

Lo "excepcional" del caso fue que el agredido fue un menor y que el agresor, el padre de un prebenjamín. Un PREBENJAMÍN. La edad en la que los niños tienen que saber qué es el deporte, qué valores tiene, aprender a tener ciertas responsabilidades y, sobretodo, a DISFRUTAR, DISFRUTAR Y DISFRUTAR del deporte.

Si ambas circunstancias no se hubieran dado, no hubiera salido en los medios pero, el agresor y el agredido lo hubiera sido. Uno enorgulleciéndose de haber podido escarmentar a un árbitro cabrón y, el otro, lamiéndose sus heridas.

Tenía en mente esta entrada desde hace varios días pero, visto lo visto este fin de semana tras el Madrid-Barça he tenido que cambiarla sobre la marcha, así que no sé qué saldrá de aquí.

Mirad estos vídeos:




TODOS los protagonistas son PROFESIONALES de sus deportes. Todos los protagonistas pierden los papeles por decisiones arbitrales.

No, no voy a seguir en la línea de defender la actuación arbitral, ni de que nos traten como deportistas. No. Quiero ir más allá.

Estas actitudes tienen, en la gran mayoría de las ocasiones, el apoyo velado de la sociedad y, sobre todo, de los medios de comunicación. Si las mismas hubieran sido contra un contrario, se hubieran interpretado de distinta manera. 

Estas actitudes, repito, aún habiendo sido contra un árbitro serían vistas de distinta manera en función de que sea un jugador de nuestro equipo, en cuyo caso siempre habrá un atenuante que lo ha provocado, o del equipo contrario. En este caso, seguro que siempre hay un agravante.

¿Por qué los mismos medios de comunicación subrayan que un menor, árbitro en León, ha sido agredido en un encuentro cuando, domingo tras domingo, alientan con sus micrófonos y plumas la animadversión hacia un árbitro que ha errado en una de sus decisiones perjudicando a su equipo?

¿Acaso no nos damos cuenta que los profesionales son, o deben ser ejemplo, de los más pequeños y que sus actitudes son interiorizadas por ellos? ¿No saben que han de servir de ejemplo y espejo para el deporte base?

En los vídeos podemos ver como el capitán del equipo intenta poner cordura en la actitud de su entrenador; como el hombre de los 98M de euros, que cobra más por día que muchos de los trabajadores de este país, tiene la desfachatez de criticar cuándo él pasó por el campo en dicho partido con más pena que gloria y desdibujado por su alter-ego que hizo 3 goles; y qué decir del Mono Burgos... pues eso, que tuvo la actitud de cualquier entrenador de regional tras una comida regada por abundante vino y alcohol.

Sí, en la base está el DEPORTE BASE. Los críos. Esos que han de disfrutar... 
Sí, en la base está el DEPORTE BASE. Los críos. Esos que absorben lo que ven y lo que ven, también, es el comportamiento de sus ídolos...

El DEPORTE BASE son valores, educación, disfrute, juego, normas, conductas, amistad, compañerismo, respeto. Y los adultos hemos de enseñarlo y contribuir con nuestro ejemplo

Soy padre, desde hace poco. 4 años. Y árbitro desde hace alguno más, 17. Y me considero un deportista y un defensor del deporte base. 

Y no quiero que mi hija vea ciertos comportamientos en deportistas de élite y los asuma como algo normal. Y no quiero que sean defendidos. Y no quiero que tampoco haya padres borregos que agredan a árbitros o contrarios en un partido de benjamines (o en un partido)

Estoy harto. De la hipocresía y de las chorradas...

lunes, 17 de marzo de 2014

Cuán distintos somos

Sí. Es cierto. Es obvio. Todos somos diferentes. Muy diferentes. Incluso nuestros hijos son distintos a nosotros. De hecho mi peque, con 4 años, es mucho más ordenada y limpia que yo (y espero que la dure). 

Todos tenemos una personalidad definida que se ha ido forjando con los años en función de nuestros genes, de nuestra educación, de nuestra formación, de nuestra cultura, etc. Y no vamos a entrar en la eterna guerra hombres vs mujeres en las que, ellas, siempre ganan.

Además de la personalidad, creo todos tenemos una serie de aptitudes (con p) para las que estamos más dotados que otros y que pueden ser mejoradas por nuestras actitudes (con c).

No, no tengo ni idea de psicología y no voy a divagar más del asunto. Simplemente reflexionaba en alto tras hacer un par de entrevistas en un proceso de selección en la empresa en la que trabajo. 

A priori, por CV, ambos candidatos encajaban. Más o menos misma formación, más o menos misma experiencia. Daban el perfil y encajaban en las condiciones contractuales planteadas.

Pero, ¡qué actitud (¿o aptitud?) tan distinta! 
El primer candidato, retraído, indiferente, con cierto desdén, desdiciéndose en cada pregunta, monosilábico. El segundo, una presencia impecable, proactivo, locuaz, mostrándose seguro, sabiendo de lo que hablaba.

Ambos habían trabajado en el mismo sector, haciendo más o menos lo mismo y tenían la formación y experiencia para el puesto. No hay discusión en la decisión a tomar. El primero fue descartado al momento. El segundo ha hecho, con su actitud, que concluyamos el proceso de selección.

Otro día podemos hablar más tranquilamente de trabajo, de capacitación, de nuestras aptitudes, de nuestras competencias o, de incluso, de porqué yo no clavo un clavo en casa*,  pero, por favor, ten una actitud adecuada. Es indispensable a día de hoy y más si la situación en el mercado laboral es tan compleja como ahora.

Acabo la entrada con esta imagen que he encontrado en un blog, Guadajoz, sobre los tipos de personalidad.

Y tú, ¿con cual te identificas?



* Este comentario creo que me dará para una futura entrada

miércoles, 12 de marzo de 2014

La hipocresía tecnológica

"Era penalti. Clarísimo. El árbitro nos ha privado de ganar el partido"
"Pepito estaba en fuera de juego. Todo el mundo lo ha visto menos el árbitro"
"Si el jugador hubiera sido amonestado, el equipo se habría quedado con uno menos y el resultado hubiera sido distinto"

El árbitro, siempre el árbitro. Es el culpable de todos los males. Jugadores, técnicos, presidentes, aficionados... Todos cargan las tintas sobre él.

Hablo de fútbol. Sobre todo de fútbol. Ya no es deporte. Trascendió hace muchos años a un nivel superior. Es un espectáculo. Es, sobre todo, business. Muchos y demasiados intereses en juego.

Pero, pensad:

El fútbol se desarrolla en una superficie de juego mucho mayor que la de otros deportes de equipo como el basket, el fútbol sala o el balonmano y, sin embargo, únicamente cuenta con un árbitro (los asistentes son consultivos), a diferencia del resto que cuentan con 2 (o 3 en el basket). 
Más ojos, más visión

Además, no cuenta con ninguna ayuda tecnológica como tienen en el tenis con su famoso ojo de halcón o, sobretodo, el hockey hierba, que cuenta con un video árbitro y permite la consulta del capitán al árbitro de campo para que éste, a su vez, consulte con su compañero.

¿Os imagináis un Madrid-Barça sin polémica arbitral por qué la jugada conflictiva del encuentro ha podido ser consultada y consensuada y se ha dictado justicia en consecuencia, in-situ, como por ejemplo, sancionando un penalti y expulsando a un jugador, o, ratificando un fuera de juego marcado por el árbitro? 

Pensad, ¿a quién beneficiaría la implantación de más árbitros y de ayudas tecnológicas para minimizar el error humano?

¿Al jugador que tendría que asumir que erró la ocasión a puerta vacía o que, realmente, propinó un codazo a un contrario?

¿Al entrenador que ya no podría justificar el mal resultado obtenido desviando la atención a terceros y tendría que dar explicaciones por sus errores tácticos?

¿Al dirigente que tendría que aceptar su errática política de fichajes?

¿A los mass-media por qué ya no podrían rellenar horas y horas de tertulias televisivas analizando el clamoroso (o no) penalti y hojas y hojas de prensa escrita pidiendo cabezas del Comité de Árbitros de turno?

Pensadlo. Esto es un espectáculo... y es más fácil que se mantenga así porque da de comer a mucha, mucha, muchísima gente. Pura HIPOCRESÍA. Pataletas de todos para justificarse, pero sin intención ninguna de que esto cambie, pues no interesa. Solo al árbitro le interesa. 

¡Ah! Las normativas de competición, reglas, etc. no las cambian los árbitros a su antojo. Son los que menos pintan (o pintamos). 

lunes, 10 de marzo de 2014

El árbitro como formador y educador

El pasado miércoles la #FMFS tuvo la brillante iniciativa de organizar un debate entre 2 colectivos tradicionalmente enfrentados. Por un lado, nosotros, los árbitros; por otro, los entrenadores. Supongo que pretendieron que fuera un encuentro para la confraternización de ambos colectivos y el acercamiento de posturas y entendimiento de roles. Pienso que somos antagónicos pero que también, como deportistas, tenemos muchos puntos en común, más de las que pensamos.

Voy a dejar de lado qué tal fue el encuentro pues creo que no fue el formato adecuado, la difusión no fue la apropiada, no se fomentó la participación y, además, al menos por la parte arbitral el ponente no fue de mi agrado y la exposición dejó que desear. Quizás tampoco fue problema suyo y sí de otros. Lastimosa pérdida de tiempo.

De lo poco salvable, me voy a centrar en una reflexión que el ponente por parte de los entrenadores, @juancarpresifs (de él sí me gustaron mucho algunas de sus aportaciones), lanzó al aire y que venía a decir que "el árbitro debe ser, también, formador", en referencia a los arbitrajes en categorías base.

Fue de lo poco que generó cierto debate entre alguno de mis compañeros y alguno de los entrenadores; los entrenadores "compartían la reflexión", entre los árbitros, variedad de opiniones. Y, mucho me temo, que entre los entrenadores también, aunque callaran.

Personalmente, y por lo menos hasta infantiles (incluidos), soy un total defensor del papel educador y formador que ha de tener el árbitro en estas categorías. Llevo unos pocos años en esto y pocos partidos son tan gratificantes como aquellos en los que participas junto con entrenadores (y en menor medida, padres) en la formación en nuestro deporte. Enseñar a un canijo a sacar de banda; explicar a un portero cómo sacar de puerta; representar los saques de centro; contarles hasta 7 u 8 segundos en los saques, para que se den cuenta qué están haciendo las cosas mal.... y numerosos ejemplos más que podría citar.

Hay compañeros que no comparten esto. Ellos dicen que los niños han de venir enseñados de sus clubes. Perfecto. Otra opinión más. Quizás yo sea el equivocado [...]

Pero, ¿y los entrenadores? ¿Es posible mantener esta actitud formativa con todos los clubes? ¿Están preparados para que los árbitros adoptemos esa actitud? Creo que NO.

No. Sencillamente porque hay 2 tipos de clubes. Los clubes 'formativos' y los clubes 'competitivos'. Los primeros se centran en formar y educar, en el disfrute del deporte. Los segundos, querrán ganar y rendir al máximo, al fin y al cabo esto es competición federada y no escolar.

Y sobre los entrenadores, lo mismo. El que enseña a sus pupilos las reglas de juego, el que incide en que hagan las cosas bien, no suele ser permisivo con contrarios y exige al árbitro la aplicación de las reglas de juego, lo que nos impide tomar el rol formador porque, al fin y al cabo, hemos de basarnos en ellas y, si un saque de banda ha sido incorrectamente realizado, la posesión será para el equipo contrario.

Al final, lamentablemente, todo se reduce al partido a disputar. Al árbitro de ese encuentro y a los clubes y/o entrenadores del partido. Si todos quieren, el árbitro podrá formar. Sino, difícil lo tendrá y, si lo hace, seguro que recibe alguna crítica por ello.

Y vosotros, ¿qué pensáis?



viernes, 7 de marzo de 2014

Comenzando...

¿Probando, probando? ¿1, 2, 3? ¿Se oye? ¿Se lee? Parece que sí, ¿no?

Primera entrada, un viernes. ¿Por qué un ahora? ¿Por qué un blog? No lo sé. Quizás porque, de vez en cuando, en mis quehaceres y rutinas diarias se me atropellan las ideas y reflexiones o comentarios personales y quizás (otra vez) esta vía sea un nexo de unión entre todos.

Quién me conoce sabe que una de mis grandes pasiones es el deporte. En general. El fútbol sala, o futsal, en particular. Eso sí, desde el punto de vista del árbitro. Que para eso llevo 17 años haciendo algo que me apasiona.

Y entre partido y partido, a currar. El medio de ganarse la vida. Currante por cuenta ajena, sí. Alguna reflexión sobre esto habrá y sobre la forma de arreglar el mundo. Tertulias de bar, vaya.

También soy padre. 4 años ya. Cómo te cambia la vida. Fantástica experiencia aunque no siempre grata. 

Vaya, las 3... Acabo la jornada laboral. Hay que recoger a la peque del "cole". Te tengo, os tengo que dejar. No sé cada cuánto escribiré pero sí se que la próxima vez será sobre arbitraje y, algo, de deporte escolar. 

Buen fin de semana